La generación de energía con fuentes renovables aportó al 83 % de la oferta nacional a diciembre de 2020. El Gobierno del Presidente Nayib Bukele fue proactivo para crear las condiciones que permitieran liberar hasta $1,300 millones en inversiones en esta industria.
El Consejo Nacional de la Energía (CNE) informó, con datos al 15 de diciembre del año pasado, que cinco fuentes de generación limpia fueron las que más alimentaron la demanda, medida en gigavatios por hora (Gw/h). La geotermia contribuyó con 1,389.49 Gw/h; la hidroeléctrica, 1,918.25 Gw/h; la biomasa (como el bagazo de la caña de azúcar), 493.53 Gw/h; y la solar, 474.87 Gw/h. Estos resultados son favorables para prevenir daños al medio ambiente por el consumo de combustibles derivados del petróleo, además de que impulsan la innovación y el empleo de alta calidad.
Las estadísticas del CNE también muestran que la energía eólica ya comenzó a inyectar al sistema, con 7.53 Gw/h, después de varios años en los que la participación de este tipo de generación había sido nada más una aspiración, el equipo del Presidente Bukele pudo por fin crear las condiciones para materializar el proyecto.
Ventus, empresa que ha instalado la planta en Metapán, ha sido una de las mayores inversiones privadas que se ejecutó en El Salvador durante 2020, incluso en tiempos difíciles para llevar a cabo estas obras.
El trabajo del Gobierno ha permitido que, durante la gestión, se hayan liberado $1,300 millones en inversiones vinculadas con la energía. También hay una importante labor para poner en marcha más plantas que toman la energía del sol para transformarla en electricidad.
Con estos esfuerzos, El Salvador está logrando destacar en Centroamérica y también reducir las importaciones de este recurso.
Este año también se prevé que pueda iniciar operaciones la hidroeléctrica 3 de Febrero, en el departamento de San Miguel, y que más empresas dedicadas a la energía fotovoltaica puedan hacer más aportes en este mercado.
El Gobierno del Presidente Bukele continúa trabajando para que las inversiones estratégicas del sector privado cuenten con el apoyo institucional adecuado para poderse desarrollar.