Es alentador comprobar que existe un importante consenso entre las instituciones al valorar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS) como una de las más eficaces fórmulas para acometer la tarea de recuperar el sistema y de fomentar el desarrollo sostenible como piedra angular en la nueva realidad poscovid-19.
De hecho, el valor, la legitimidad y el protagonismo que tendrán los ODS en la recuperación mundial tras la pandemia podrían muy bien resumirse en la reflexión de Manuel Pulgar-Vidal, exministro de Medio Ambiente de Perú, afirmando que “parece que los ODS hubieran sido escritos justamente para la recuperación”.
Este necesario consenso ha quedado patente en un encuentro que ha reunido por una misma causa y con amplia perspectiva multisectorial a representantes de instituciones como el Gobierno de España, la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona, así como a destacadas personalidades políticas de América Latina.
ODS
Todos ellos con un mismo propósito: impulsar y defender el valor y la idoneidad de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y sus 17 ODS en la recuperación poscovid.
Así ha ocurrido en el I Encuentro BforPlanet Live por un futuro sostenible, en el que participaron, entre otros, la vicepresidenta Teresa Ribera y el ministro Pedro Duque; los consellers de la Generalitat de Cataluña, Damià Calvet y Bernat Solé; y el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni.
Estamos en un contexto de extraordinaria complejidad y alta vulnerabilidad que se demuestra en la dificultad de algunas sociedades en cuestiones básicas y cruciales como el acceso al agua o la pérdida de empleo ocasionada por la pandemia.
¿Alguien puede negar que estas y otras consecuencias de la COVID-19, como puedan ser las presiones generadas a los sistemas de salud, requieren ser revisadas desde la perspectiva del desarrollo sostenible y, concretamente, desde el punto de vista de los ODS relacionados con la higiene, el empleo o el acceso a la salud?
Los ODS constituyen por sí mismos una hoja de ruta, un hilo conductor que nos puede ayudar a restablecer las prioridades para una recuperación sostenible en un momento histórico. La propia ministra de Transición Ecológica consideró durante el encuentro que la Agenda 2030, que ya era importante desde que se impulsó en 2015, “es ahora prioritaria”.
Agenda 2030
Pero la aplicación práctica de la Agenda 2030 y sus objetivos, exige, además, tener en cuenta dos cuestiones fundamentales: un compromiso a escala internacional y la alianza de todos los actores implicados.
Respecto a la globalidad y al carácter internacional de la Agenda, el director de indicadores globales y análisis del Banco Mundial, Augusto López Claros, considera que “la soberanía nacional ha llegado a su fin”. Los problemas a los que nos enfrentamos son de índole global y no admiten solución si no es a través de la cooperación internacional y con la participación de todos los actores, incluyendo la sociedad civil.
Sobre la importancia y la instrumentalidad del ODS 17, referente a las alianzas, también hubo un amplio consenso en el encuentro. Así lo subrayaba Juan Costa, exministro español de Ciencia, cuando afirmó que la cooperación es lo que va a marcar la nueva década y quien no coopere, no alcanzará el éxito.
De hecho, BforPlanet, nació con este espíritu de colaboración y cooperación, el de constituir un punto de encuentro entre gobiernos, empresas y la sociedad civil que impulse esta Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible y que tendrá su punto álgido en mayo de 2021, con la celebración en Fira de Barcelona del primer gran evento congresual centrado en la sostenibilidad y los ODS.
ODS 17
Sin embargo, para que las alianzas adquieran verdaderos valores de inclusividad, han de alcanzar y extenderse a todos los actores implicados y evitar una polarización de los diferentes estamentos, como explica Daniel Truran. El ODS 17 es la clave para avanzar hacia una visión sistémica y una participación universal, es decir, de todos los actores y a todos los niveles.
Para el embajador de B Lab Europe, es necesario asumir un compromiso personal y un liderazgo. No se trata tanto de decir lo que el gobierno o las ONG tienen que hacer, sino de plantearse qué hace cada uno. “Es estupendo ser parte del cambio que queremos crear”, dijo.
La situación actual nos ha demostrado que, ahora más que nunca, es el momento de construir puentes entre empresas, sociedad civil y gobiernos porque, tal y como recomienda Yolanda Kakabadse, presidenta del Panel Técnico-Científico de la Fundación Renova, los verdaderos motores del cambio van a ser las empresas y la sociedad civil.
La exministra ecuatoriana de Medio Ambiente va incluso más lejos al reclamar una alianza intergeneracional, y “una alianza con la naturaleza, la ciencia y la academia” que nos ayude a “recrear, repensar, restaurar un mundo de procesos y dinámicas y acciones para llegar a construir un mundo diferente al anterior, que no caiga en esos patrones tan destructivos”. En definitiva, una alianza que sirva como pilar de un futuro sostenible que nos ayude en este proceso de renacimiento.
Avanzar a un modelo más sostenible
Estamos en un momento crucial para avanzar a un modelo más sostenible, social, económico y medioambiental. Una situación única para actuar en la construcción de un futuro mejor: buscar consensos, unidad y alianzas. Como explicaba Jaume Collboni, la salida de esta crisis debe marcar el futuro que queremos: una salida gradual que evite caer en los errores del pasado.
El visionario americano Richard Buckminster Fuller sostenía que la realidad no se cambia bregando con ella, sino creando un nuevo modelo que la haga obsoleta. En muy pocas ocasiones se nos presenta la posibilidad de reiniciar la realidad para poder remodelarla.
Para bien y para mal, la recuperación de la pandemia nos brindará esta oportunidad y nos permitirá restablecer las prioridades críticas para un desarrollo que solo podrá ser sostenible, porque, en esta ocasión, lo urgente y lo importante confluyen. Los ODS, que, como destacaron el conseller Damià Calvet o el ministro Pedro Duque, forman parte de las políticas públicas, van a ser un elemento esencial en este proceso.
Fuente: FRANCISCO LOMBARDO / EL PAÍS,